Mi intención para este trabajo es presentar una nueva parte dentro de la historia de inmigrantes italianos en México. En la comunidad de Chipilo, la gran mayoría son descendientes de italianos que durante 5 generaciones han procurado mantener no solo sus tradiciones, también el apellido italiano entre las mismas familias.

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En 1881, México le abre sus puertas a más de 200,000 Italianos para vivir en tierras del país con la intención de que estos campesinos trabajaran en los campos de agricultura prometiéndoles unas hectáreas de terrenos para que ellos trabajaran y construyeran para su uso propio. Claro que todo esto fueron solo promesas pues más adelante descubrí que el gobierno termino endeudando a los pocos italianos que lograron llegar, además de que les otorgaron tierras básicamente infértiles para que las trabajaran con productos mexicanos, es decir, productos agrícolas que desconocían completamente, más adelante tuvieron que buscar maneras de subsistir con la ganadería y venta de maíz.

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Entendiendo parte de este contexto, surge para mí la duda de como mi familia, inmigrante, sin riquezas y con una deuda ante el gobierno, logran comprar una enorme cantidad de hectáreas de una ex hacienda para uso propio, y como hasta la fecha muchos de estos terrenos siguen perteneciendo a la familia. Esta duda recae en si mi familia despojo de estos terrenos a indígenas mexicanos hace varios años con un trato hacia el gobierno de Porfirio Díaz.

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Es aquí pues donde enfoco parte de mis procesos artísticos, pues mi intención recae en transmitir un problema sociocultural actual con fines de criticar y exponer a la población de clase media a media alta, de la cual también formo parte. Es importante aclarar este último punto pues mi investigación artística será llevada a cabo desde mi punto de vista con lo que vivo día a día, involucrando terceras partes, pero del mismo medio y la misma clase social.

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